Cada vez más negocios de ropa de marcas de primera línea apuestan decorar sus fachadas con arte conceptual, en lugar de mostrar productos y gigantografías.
Las vidrieras en Buenos Aires son cada vez más atractivas y eso no tiene que ver con las ofertas y los precios. Desde hace tiempo que muchas de las principales marcas empezaron a cambiar su propuesta y hoy las fachadas de los locales comerciales se parecen más a una obra de arte que a un negocio de venta de ropa.
Las vidrieras escenográficas ya son tendencia en la Ciudad y cada vez más marcas de moda de primera línea están migrando hacia ellas. Los maniquíes dejaron de ser los protagonistas de los grandes ventanales de los negocios para darle lugar a texturas, puestas en escena, luces y colores que buscan transmitir más una sensación o imagen de marca que limitarse a mostrar un artículo y un precio. Es una manera distinta de invitar al cliente a vincularse con la propuesta.
El diseñador de mobiliario y creador Manuel Kogan es uno de los referentes en las vidrieras escenográficas. En diálogo con La Ciudad que Late, por Eco Medios, contó cómo surgió la idea de empezar a cambiar el concepto en las vidrieras argentinas. “Hace un par de años, de a poco me fui metiendo primero en lo que son las campañas de estas marcas y empezar a implementar escenografías o diversos escenarios creados en estudios fotografía. Y a raíz de estas escenografías que iban saliendo, y rompiendo un poco con las campañas tradicionales, se me empezó a ocurrir ofrecerle a diversas marcas en Argentina”.
Kogan dijo que lo que buscaron fue trasladar las campañas publicitarias de las marcas a las vidrieras, pero que no que “simplemente en una gráfica o gigantografía o una pantalla mostrando las fotos que se habían tomado como parte de la campaña”. De esa manera, la intención es “llevar algo distinto y atraer al cliente de una forma distinta”. Así, busca eliminar los banner y reemplazarlos con propuestas en 3D jugando con distintos materiales y texturas.
El artista explicó que cuando las compañías comunican que quieren hacer una escenografía “tienen referencias de otras marcas de afuera o de negocios que no son de ropa pero quieren simular alguna textura, color o forma”. Así es cómo se preguntó de qué manera podía llevar esa idea a las vidrieras.
“Fue todo un trabajo el convencer a las marcas de que uno podía seguir vendiendo sus productos sin mostrarlos y atraer al cliente. De esa forma, a través de estas escenografías captamos la atención del cliente para poder atraerlo dentro del negocio y que ahí sí vea el producto en cuestión”.
Kogan explica que, por ejemplo, una marca identificada históricamente con los jeans no necesita mostrarselos en la vidriera al cliente, que ya sabe que va a ir a comprarse un jean “Son empresas que están instauradas en el comercio y ya el cliente va al local con el fin de comprar el producto que ya conoce, que ya sabe que lo venden”. Así es como la escenografía lo que termina haciendo es buscar cautivar desde lo conceptual.
Gran parte de la inspiración de Kogan viene de sus inicios cuando empezó a trabajar con videoclips de artistas argentinos de trap como Cazzu, Duki, Khea, entre otros. “Luego comencé con producciones más grandes con artistas como Tini, Bizarrap, Alan Gomez y Abel Pintos”, detalló en diálogo con La Ciudad que Late.
Luego dio el salto al mundo de la publicidad colaborando con marcas como Alcorta, Paramount+, Cosecha Tardía, El Espartano, Mastercard, TikTok y Juleriaque. Del 2022 hasta la fecha, trabaja co con reconocidas marcas de ropa como Kosiuko, Levis, Baby Cotton, Ginebra, Furzai, especializándose en hacer escenografías para las campañas.
Fuente: Ecomedios.com
