La Facultad de Humanidades y artes de la Universidad Nacional de Rosario y la Cámara Argentina para la Formación Profesional y la Capacitación Laboral unifican esfuerzos para impulsar la Educación No Formal.
Los desafíos de las profundas transformaciones socioculturales, los cambios geopolíticos y económicos, los requerimientos de nuevos conocimientos, habilidades y competencias que impone el vertiginoso desarrollo tecnológico exigen acciones urgentes planificadas e innovadoras en el campo educativo. En ese contexto, la sociedad civil traza estrategias que facilitan el acceso a aquellos saberes lo cual contribuye a resolver lo que las estructuras organizacionales tradicionales no alcanzan a cubrir.
Hace más de cinco décadas las comunidades y los gobiernos nacionales y subnacionales han asumido a la educación no formal como la vía regia para consolidar la sustentabilidad social y económica. La agenda mundial de educación 2030 consensuada por todas las naciones en el seno de la UNESCO identifica a la educación, en general, y a la educación no formal, en particular, como herramienta fundamental para el empoderamiento de la sociedad civil y, especialmente, de las mujeres y de los jóvenes.
La Educación No Formal se constituye así como una herramienta fundamental para el desarrollo socioeconómico, que “se despliega en un campo de acción extenso y heterogéneo que incluye la animación sociocultural, la educación para la salud, la educación ciudadana, el aseguramiento de un turismo sustentable, el cuidado singularizado de las diferentes edades como las primeras etapa de la infancia, la adolescencia, los adultos, los adultos mayores, el deporte y la actividad física, la adquisición de lenguas extranjeras, la promoción de propuestas innovadoras y singulares focalizadas en la generación de riqueza, la actualización para el dominio de herramientas digital así como la tan necesaria y urgente formación profesional ubicua y la capacitación laboral”, asegura Alejandro Vila, Profesor y Decano de la Facultad de Humanidades y Artes, de la Universidad Nacional de Rosario.
Asimismo, Hernán Martini, Director del Observatorio de la Cámara Argentina para la Formación Profesional y la Capacitación Laboral, y Vicepresidente de la OIEP, considera que “el avance de la educación no formal y la formación profesional ya es innegable. Esto tiene que ver con la flexibilidad de las modalidades, los tiempos y la rápida adaptación a un mercado laboral cada vez más cambiante y acelerado. Argentina tiene que tomar este tema con prioridad estratégica, ya que puede ser un factor determinante en el crecimiento y el desarrollo del país, ya sea desde una mirada local y de inserción global. Es una inversión rentable en lo económico, con impacto directo e inmediato en todos los ámbitos de la vida social”.
Por su parte, Carla Brambilla. Doctora en Educación. Psicóloga. Profesora y codirectora del CEENoF. Facultad de Humanidades y Artes. Universidad Nacional de Rosario sostiene que “la educación permanente es tributaria de la calidad sustantiva de vida humana; los países más desarrollados cuentan con propuestas de educación no formal de la más amplia variedad y enfocadas a la adquisición de habilidades y competencias específicas para garantizar un crecimiento sostenido. A propósito de ello, es conveniente subrayar que un desarrollo económico genuino, el desarrollo productivo, demanda una población formada en en correspondencia con los cambios tecnológicos y las permanentes transformaciones devenidas de los nuevos modos de organización del trabajo”.
En este contexto, la Cámara Argentina para la Formación Profesional y la Capacitación Laboral y el Centro de Estudios sobre Educación no formal (CEENoF) de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario, han acordado unificar esfuerzos y recursos para ampliar y profundizar investigaciones sistemáticas sobre las demandas de formación actuales y potenciales, para contribuir al fortalecimiento de los espacios de educación no formal y la instalación de esta problemática en las agendas de los poderes públicos, de los estudios académicos y de la organizaciones de las sociedad civil. El convenio firmado entre ambos organismos impulsa la defensa y democratización del conocimiento para toda la comunidad y aspira a contribuir a la mejora de la calidad educativa.