Microsoft anunció que recortará casi el 4 % de su plantilla global, lo que equivale a 9.000 puestos de trabajo. Es la reducción más importante desde 2023 y responde a una apuesta fuerte por reconstruir su infraestructura de inteligencia artificial, que requiere una inversión millonaria.
Según la compañía, se simplificarán niveles de gestión y se reorganizarán procesos para mejorar la productividad, impulsados por la adopción de nuevas tecnologías. La empresa había empleado 228.000 personas hasta junio de 2024, y este ajuste sigue a una primera ronda en mayo, cuando se despidieron 7.000 trabajadores, además de otras 300 bajas en junio.
Expertos del mercado indican que Microsoft destinará unos 80.000 millones de dólares este ejercicio fiscal a reforzar centros de datos y servicios de IA. El CEO, Satya Nadella, comentó que entre el 20 % y el 30 % del código de la empresa ya es generado por inteligencia artificial.
Este tipo de recortes no es exclusivo de Microsoft: otras grandes tecnológicas como Meta, Google y Amazon también anunciaron despidos este año mientras ajustan sus estructuras para la fase masiva de expansión de la IA.
A pesar de las bajas, la reacción en el mercado fue positiva: el valor de las acciones se mantuvo, y algunos analistas prevén que la compañía podría escalar a una valoración cercana a los 4 billones de dólares. Microsoft continuó mostrando resultados financieros sólidos, con ganancias netas que crecieron un 18 % hasta marzo, alcanzando 25.800 millones de dólares sobre ingresos de 70.000 millones.
En resumen, aunque pone en evidencia un fuerte compromiso con la inteligencia artificial, también plantea una transformación interna profunda, con impacto humano y financiero significativo.